Editorial: Educación y segregación. La mitificación de la educación ABC1



Editorial

Educación y segregación. La mitificación de la educación ABC1.


  Las últimas declaraciones del arquitecto Cristián Boza, pusieron en el tapete una convicción que está lejos de ser atributo únicamente del ex Decano. Es una certeza de un sector no menor de nuestra sociedad, que como su alter ego, se representa como culta, minoritaria y digna de atributos carentes en otros sectores sociales.
  No tienen cultura ni sofisticación, fueron algunas de las cualidades atribuidas a los alumnos de la Universidad San Sebastián en razón de su origen social, que sin embargo, como observaron algunos, pagan como ABC1. El clasismo expuesto al atribuir rasgos y características exclusivamente negativas a un sector amplio de la sociedad, muestra una parte de una cosmovisión, no exclusiva del mencionado arquitecto.
  Lo que quedo de manifiesto, es sin duda la visión social de que el exitismo económico, propugnado por el actual sistema económico, trae aparejado no únicamente cultura intelectual y  sofisticación, sino que en definitiva, que la felicidad individual y social va en la misma dirección que los altos ingresos y la adquisición de bienes de consumo.
  La memoria es frágil, y recordar ciertos episodios nos muestra que la holgura económica no es, para nada, sinónimo de felicidad.
  El caso Bagnara mostró que el pertenecer a una institución privada no protege de ser víctima de actos tan deleznables como la tortura sistemática, y más cuando estos son cometidos por menores de edad. Agregándole el toque siniestro, y que lo aleja de ser un caso aislado, que correspondía a la tradición del grupo de scout de un colegio de tradición, y no para cualquier tipo de alumno, como los Padres Franceses de Viña del Mar.
  La disfuncionalidad familiar no deja de ser tema cuando hablamos de educación. Como no recordar en época de verano los famosos carretes ABC1, en balnearios como Reñaca, en los cuales el alcohol y la droga son parte de cada noche, panorama tradicional en quienes se dan el tiempo de ver por televisión como menores de edad apenas pueden mantenerse en pie por horas de exceso, sin que siquiera la fuerza pública tenga posibilidades de hacer algo.
  Si pensamos en escándalos sexuales ABC1, sin duda Karadima saca el primer lugar en lo que corresponde al abuso de menores en colegios exclusivos. Encubierto por altos prelados, y por fieles que dudaron siempre de las víctimas, el imperio de corrupción económica y sexual, mostró sin duda una cara poco visible de gente que, dado su condición económica, estaba casi predestinada a la buena vida, sin los peligros cotidianos de las clases subalternas.
  Pero no nos olvidemos que una educación dirigida a formar elites, también tiene víctimas, representados en la interminable cantidad de niños que ven como su futuro se encuentra moldeado sin que ellos tengan la más mínima posibilidad de decisión. Estudian generalmente en universidades pagadas sin quererlo, para no contaminarse de los vicios de otros sectores sociales, obligados sin alternativas a estudiar lo que su nivel social obliga, con tal de reproducir y generar contactos que permiten en definitiva que los altos cargos del país queden siempre “en familia”.
  En definitiva, la peligrosidad de los prejuicios expresados por Cristián Boza, no radican exclusivamente en la molestia que puedan causar en quienes por razones, sociales, ideológicas o culturales puedan pensar distinto a él, sino que estos tipos de raciocinios son los que, en su momento, permitieron actos tan negligentes, como los ocurridos durante la investigación de las niñas de Alto Hospicio, y que permitió, que quedara al descubierto una serie de violaciones y asesinatos por parte de un psicópata, que pudo actuar impunemente, gracias a la discriminación y prejuicio social de la que fueron víctimas las menores.
  Tras la cuenta pública del 21 de Mayo, la educación seguirá en el tapete, sin embargo, bajo un modelo económico como el imperante hoy en nuestro país, casos como el de Cristián Boza o de las niñas de Alto Hospicio, seguirán siendo recurrentes, con o sin censura de los medios de comunicación por parte de quienes siguen recibiendo réditos de la desigualdad y discriminación social existente en nuestro país.


Estudios Contemporáneos.
Viña del Mar, Mayo de 2012.

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